Una agresión más a una compatriota en España

Por Edison Calahorrano
El 1 de Agosto nuevamente los diarios del Ecuador denunciaban un nuevo ataque a una menor ecuatoriana, esta vez por parte de otra menor de origen español y un grupo de amigas Este ataque se esparció en forma de vídeo de celular de persona en persona hasta llegar a la misma alcaldesa de la ciudad, previamente había sido puesto en Internet. A María José, una adolescente ecuatoriana de 13 años, la llevaron engañada hasta un descampado de Colmenarejo, un municipio localizado a unos 37 km de Madrid, para propinarle una brutal paliza. La menor española agrede físicamente a la ecuatoriana, le propina varias patadas en la cabeza y el cuerpo hasta dejarla inconciente.
El grupo de colaboradoras de la menor española gritan “Mátala, mátala”, mientras le propinaba los golpes.

Rápidamente sucedieron una serie de reacciones por estos hechos. El embajador en Madrid Nicolás Issa condenó los mismos y solicitó que se investigue exhaustivamente, solicitó además que se facilite toda la información sobre el caso a las autoridades diplomáticas ecuatorianas. La ALDHU también se pronunció condenando el acto y denunció el grave estado de la educación española y la sociedad en sí, ya que este no es el primer caso en el que aparecen agresiones filmadas y provocadas por estudiantes de este país.

Autoridades españolas afirman que este hecho no es un caso de xenofobia, ya que no existen implicaciones racistas, el altercado se produjo por discrepancias de otra naturaleza entre las menores.

Hay que recordar además que el 7 de octubre del 2007 Sergi Xavier Martín pateó en el rostro e insultó a una menor guayaquileña en el metro de Barcelona. Afortunadamente este caso ha tenido un amplio seguimiento, aunque aún se espera resultados concretos. A este caso se suma el de la muerte de Wilson Pacheco en el 2002, quien fue arrojado al río del puerto de Barcelona, por dos porteros y un vigilante de la discoteca Maremágnum. Existen una serie de historias de violencia xenófoba contra inmigrantes latinos y africanos, así por ejemplo Miwa Buene, economista congoleño, quedó en silla de ruedas luego de un ataque en la nuca en el 2007.

Si bien, el caso de María José se mantiene a la expectativa de los resultados de las investigaciones; es necesario emitir el absoluto rechazo a actitudes xenófobas que cada día son más comunes en los países europeos que albergan migrantes, y que, a pesar de que se intente de identificarlos como hechos aislados, ya han dejado de serlo, mucho más si se toma en cuenta la política restrictiva migratoria que ha tomado la Unión Europea en la Directiva del Retorno aprobada el 5 de junio pasado y que ya ha empezado a provocar verdaderas “cacerías” de indocumentados, como la militarización ordenada por Silvio Berlusconi en Italia.

No se puede esperar que la sociedad civil respete los derechos de los seres humanos que migran si el ente político principal de Europa manifiesta una clara tendencia a criminalizar la presencia del migrante. Existe una falta de concordancia en esta clase de actitudes.

España le queda debiendo a la Historia con estos, recordemos que hace algunas décadas este país vivía uno de los regímenes de facto más brutales de la humanidad y muchos españoles fueron acogidos en el Ecuador de la mejor manera, al punto de que hoy cuentan incluso con fortuna y familias felizmente formadas. Parece que la cordialidad y reciprocidad se ha borrado muy fácilmente en algunas mentes retorcidas que se rehúsan a aceptar que los seres humanos tenemos una dignidad intrínseca que va más allá de raza, religión, sexo o lugar de origen.